Por qué a veces hagas lo que hagas la familia de tu pareja sigue sin soportarte
No todos tenemos una vida ejemplar. Pero cuándo tu hijo te presenta a su pareja, de repente puedes creerte hasta la mentira de que tu vida puede ser el mayor ejemplo para tu hijo y para esa nuera a la que rechazas, porque claramente no te gusta para él.
En ocasiones, cuando nos hacemos novio o novia, al principio de la relación no somos demasiado conscientes de qué mochila cargaremos después de los primeros besos, las primeras citas, los primeros mensajes de amor y esas llamadas eternas que jamás querían que terminaran. Pero entonces, llega ese momento en el que tu pareja decide presentarte a sus padres.
Al principio, cuando ves por primera vez a tus suegros lo normal es que te sonrían, que te pregunten algunas cosas de ti para conocerte y de paso preguntar también algunas cosas de tu familia. Normalmente estas preguntas suelen ser completamente inocentes, pero… luego los días van pasando. Pasan y pasan, y sin que te estés dando casi cuenta algunos rasgos en los rostros de tus suegros están cambiando de semblante cuando te ven. Puede que todo empiece con sólo un llamamiento. Sí, ya sabes, tal vez desde lejos estás llamando a tu suegro por su nombre y este, aunque sabes que te ha escuchado te ignora como si en ningún momento hubiese escuchando tu nombre. Ahí comienzas a darte cuenta de que algo posiblemente está fallando, pero tratas de hacerte creer que cabe la posibilidad de que sólo sean paranoias tuyas y haces como si nada, incluso lo evitas llamar por una segunda vez en la calle, alejándote de él todo lo que puedas.
Entonces los días van pasando. Pasan tanto que ya con el tiempo, como casi siempre las verdades van saliendo y mientras estás en el cuarto de tu pareja de casualidad escuchas alguna frase tipo »Creo que nuestro hijo ha elegido a la pareja equivocada. En lo que trabaja casi que no gana nada, ¿qué hará nuestro hijo, mantenerla?» Entonces ahí, se te viene el mundo encima. Además, esas preguntas no hace falta que las digan sólo porque puedas estar conviviendo con ellos, a veces también se dan aunque estés viviendo con tus abuelos, con tus padres e incluso… sola.
Cuando a tus suegros no les caes bien, cuándo a la familia política de tu pareja por norma general le caes tremendamente gorda o gordo y no aguantan que estés con tu pareja, cualquier motivo bastará para criticarte y descalificarte, porque simplemente no les llegas a gustar.
Alguno de los motivos para llegar a rechazar a los nueros o nueras en la vida de sus hijos, podría ser el de que vienes de una familia »problemática». A lo mejor, tu familia es cierto que no ha sido muy cuerda que digamos. Puede que de niña hayas pasado por muchas cosas con tus padres o tu familia en general que escapa de tu razón y cordura. Quizá hayas tenido un padre alcohólico y drogadicto, tu madre se juntó con un hombre que apenas conocías y ese hombre decidió echarte de casa a temprana edad.
Pero… eso a tu futura familia política, en la mayoría de ocasiones si no llegas a gustarles; no les importará. Incluso sucederá algo peor. Serán capaces de tergiversar tanto tu historia que de la nada hasta posiblemente te conviertas en la absoluta culpable de todo lo que te haya hecho tu familia. Te mereces todo ese daño según ellos, por tu carácter.
Ahí está lo que les duele a muchos suegros y suegras. Que el »carácter» de su nuero o su nuera no fuese como imaginaban. Ellos quizá querían a alguien que fuese más sumiso, que hiciese más caso en todo, que no contestase a su hijo o lo contradijese dándole su parecer. No. Por desgracia hay suegros y suegras que quieren que las nueras o los nueros se comporten exactamente como ellos, y cuando esto no sucede así entonces ya no les sirve; su hijo o su hija ya se han equivocado de pareja. Entonces se echan las manos a la cabeza porque »oh dios mío la que nos ha caído encima con nuestra nuera o nuestro nuero». Y si ya no tienes donde caerte muerto, para qué… . No serás persona para ellos, ni familia. Sólo un desconocido/ que ha elegido su hijo/a, creyendo que es el peor error que ha cometido en su vida a la vez que rezan de si algún día se marchará.
Y eso no es lo peor. ¿Aún hay más? Te estarás preguntando. Pues sí, aún hay mucho más. Si tú no tienes familia, tus suegros a veces pueden convertirse en algo parecido a un Jeová; hacen que te creas sus creencias, pues ellos siempre tendrán la razón. Si no les gusta en qué estás trabajando, aunque a ti te encante, lo más seguro es que en un futuro traten de alejarte del trabajo que estés haciendo, devalorizándote, humillándote y haciendo que pierdas tu voluntad.
Cuándo estas cosas te pasen, lo único que puedo aconsejarte es que hables con tu pareja. Hazlo, porque en ocasiones puedes entrar hasta en una posible depresión y ansiedad en la que te costará mucho salir y más si eres una persona tímida además de receptiva. Ya que lo que te está envolviendo es la negatividad que te disparan con críticas continuas.
Por desgracia a veces las parejas ni siquiera se dan cuenta de que esto está pasando y por lo tanto no hacen nada, no defienden a su pareja a pesar de las agresiones verbales que recibe. Y ojo, hay parejas en cambio que sí saben que sus parejas están recibiendo un maltrato psicológico por parte de sus padres pero a pesar de ello siguen sin hacer absolutamente nada porque están »en medio». No, ellos tienen que marcar los límites tanto como tú, ya que lo principal es que respeten tu persona, tu forma de ser, tu estilo de vida, tu carácter, tus costumbres aunque no lleguen a gustarles e incluso les llegue a incomodar. Y por supuesto, siempre tienen que respetar la relación de los dos.
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