Cómo es vivir con tus suegros y tu pareja bajo el mismo techo y qué consecuencias pueden haber
Normalmente, en los inicios de una relación de pareja, cuando esta decide casarse o convivir juntos aunque no estén casados ya que hoy en día no todo el mundo toma la opción antigua de casarse. En el momento que deciden querer convivir juntos, no siempre se tiene lo que se necesita para empezar su nueva vida en un hogar propio. Además, la situación económica y los altos precios de las casas no ayudan muchísimo en este aspecto.
Por esta razón, a veces nos encontramos en una situación donde nuestros suegros pueden abrirnos las puertas de su casa. Son muchas las relaciones que han tenido que pasar por esta fase y se espera que sea eso, tan sólo una fase que algún día debe de terminar.
Cuando esto ocurre, lo normal es que te adaptes a un sistema que tu familia política había creado sin intentar interferir demasiado en ello, sólo acatar las normas. Cierto es que, no siempre es sano que te guíes por un sistema que por lo contrario tacha tus virtudes o tus creencias, así que si hay algo que te hace sentir a la defensiva o incómodo/a lo mejor es que desde un primer momento te mantengas un poco firme en las costumbres que tú siempre has tenido, que lo comuniques. Tus costumbres tienen que ser tan respetadas como al igual que tú llegas a respetar sus costumbres, pero no olvides que estás bajo el techo de tus suegros y es su sistema el que debes acatar.
Pero al igual que tú que tienes que respetar sus normas, ellos también deben de conocer sus límites como suegros y respetar el espacio que se os haya dado en el hogar de ellos. No tienen que meterse en él.
La convivencia con los suegros y tu pareja no tiene por qué ser difícil si existe una buena relación sincera desde un principio. Pero, es cierto que eso es algo que hay que trabajar, sobretodo para que en un futuro no existan consecuencias ni problemas en vuestra convivencia.
Algo que debéis tener claro tanto tú como tu pareja, es que en un futuro por el bien de todo lo que queráis realizar y de la familia que vayáis a querer formar, debéis de ser conscientes de que estar en la casa de los suegros tan sólo debe tomarse como una faceta, que en algún momento temprano dejaréis ese lugar para entonces formar vuestro propio sistema que por supuesto, no será parecida a la que los suegros han formado pues esta es vuestra.
Mientras el hijo o la hija de los suegros conozcan bien la importancia que tiene la creación de su propia familia, la que hará contigo su pareja, sin intentar obligar a su pareja a que esta tenga que reaccionar educativamente a cómo lo harían sus suegros o sus propios padres, no debe de tener por qué existir ningún problema en la convivencia.
Las mujeres en la convivencia, suelen ser mucho más difíciles y complicadas que los hombres. La razón de ello, es que las mujeres tienden a ser mucho más terrenales y suelen tratar de llevar todo bajo su control, o al menos intentarlo. Además, existe un gran temor en las madres de perder a sus hijos, sobretodo si son varones.
Cuándo el control en su vida se ve alterada o cambia porque en la vida de su hijo o su hija, llega una mujer que es ajena a su familia y a su sangre, o como en otros casos un hombre…, si no existe una buena comunicación correcta esto podría ser peligroso para la relación que estés teniendo con tu pareja.
La convivencia, puede llegar a tornarse complicada con los suegros cuándo comienzan por ejemplo algunas »murmuraciones». A nadie le gusta que le dediquen murmuraciones, que no les sean claros cara a cara.
Quiero recalcar muy bien este punto porque, para las familias, cuando una persona llega a su vida siendo absolutamente ajeno a su sistema, a todo su estilo de vida, les resultará muy fácil criticar a esta persona. Esto puede resultar verdaderamente difícil para ti si eres ajeno a todos ellos y continuamente tratas de esforzarte por tener una buena relación y convivencia plena.
¿Cuántas personas se han sentido rechazadas alguna vez por alguien? Seguro que por tu mente pasas en este instante muchos rostros que te sonreían en un pasado pero que luego a la vez te daban la espalda y sacaban unos largos colmillos hacia ti, ¿verdad?
A veces puedes encontrarte con que los suegros tenían un tipo de expectativas en sus mentes para su hijo o para su hija. Pero claro, después te conocen a ti que resultas ser una persona imperfecta como todo el mundo y entonces te rechazan, critican o en el peor de los casos por no cumplir sus perfectas expectativas, hasta puede intentar sabotear tu relación metiendo a tu pareja en la mente todos los defectos que cree que tienes, sin respetar las razones de por qué tu pareja te quiere y cree que eres su pareja idónea.
Por esta razón, lo mejor es que cada uno tenga llegado su momento, su propia casa. Ya que bajo el techo de cada uno están las normas que desean los suegros, no vuestras normas y eso os puede frustrar bastante como relación. A los padres de tu pareja, si decidís tener vuestra propia casa no les quedará otro remedio que respetar dicha decisión y vuestro modo de vida, decidáis vivirla como la decidáis vivir.
También, se han dado casos en los que la convivencia con los suegros ha resultado por lo contrario a todo lo dicho, bastante buena. Que se haya dado la coincidencia de que a ti como pareja, te respeten, te reciban e incluso te lleguen a cuidar tanto como si ya fueses de la familia. Reconocen que lo eres porque finalmente eres la pareja de su hijo o de su hija y el futuro padre o madre de sus nietos.
A pesar de tener una buena relación, se recomienda de todas formas que cada uno viva en su propia casa.
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